febrero 13, 2009

Evangelizar sobre Juegos

Los juegos arrastran un estigma del que es difícil separarlos, son para niños o gente freak, o adultos con poca madurez... por no entrar en lo perjudicial que puede ser para la salud y lo individualistas que son y peligrosos y violentos.
Me doy cuenta ahora de que durante mucho tiempo he intentado de una manera u otra, convencer a la gente de que no es tan malo y que en realidad tiene una serie de aspectos muy positivos. No los voy a enumerar, voy a dejar la lucha.
Leía recientemente que la mejor manera de convencer de una postura no es a través de argumentos más o menos lógicos, sino a través de la práctica... dice el proverbio:

Cuéntame y olvidaré,
Enséñame y puede que recuerde,
Involúcrame y entenderé.


Solamente a través de la involucración, la prueba por uno mismo y el disfrute se pueden experimentar los beneficios de jugar, o de lo que sea.
Por eso he decidido no intentar convencer a través de la lógica a nadie más, no argumentar, ni basarme en estudios que tienen contra estudios (algo así como el cambio climático), simplemente provocar, cuando esté en mi mano, que se pruebe, que se practique y que cada uno saque sus propias conclusiones e interiorice el aprendizaje que le supone, a mi que no me lo cuente.